Proceso
El trabajo en un taller como éste da como resultado unas 12 navajas al día. El proceso de fabricación tradicional exige conocimientos de varios oficios: herrero, tallista y carpintero. Las fases son multidisciplinares, y la navaja o cuchillo es el fruto de un gremio experimentado en varios quehaceres.
Se precisa de un fogón para calentar el hierro. Allí se mete el metal a fuego lento, al rojo vivo comienza la forja. Con mazo y martillo se va buscando el perfil de la hoja. La técnica posterior del afilado a mano de las piezas es única en España.
Con un temple suave y un mazo se afila sin problema en manos expertas. Tanto el acero inoxidable, especial para el corte, como la madera para el mango ya esperaban en el taller. Una navaja completa lleva 3 horas.
Elaboración de la Argolla o Virola
Se utiliza un acero de 1 mm. Se recorta con una plantilla determinada según el modelo y a golpe de punzón. Se graba el nombre de Taramundi. En un tufo se le da la forma cónica.
Proceso del Mango
Precisamente la talla del mango, a base de dibujos geométricos de color y el barnizado posterior de la empuñadura con resina, es de lo que más tiempo lleva; el acabado final de la navaja incluye sacar brillo a la hoja, limpiar el interior y fijar las marcas de identidad de la casa entre otros asuntos.
Unas pequeñas muescas indicativas en mango y argolla delatan el trabajo artesano. Y es que la producción artesana también comporta cierta especialización: mangos, hojas y argollas se disponen por separado antes del montaje definitivo con señales sutiles que diferencian los pares.
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